La
felicidad es el estado de ánimo que más trascendencia tiene en
nuestra vida, sin ella no conseguiríamos nuestros objetivos, ya que
es una de las bases más importantes para la motivación, son las
alas que nos ayudan a progresar. Por esto es necesario que en las
clases predomine la armonía, la colaboración, la participación,
las ganas de aprender y enseñar, la motivación... Todo esto sería
imposible si los alumnos y profesores no fuesen felices. En los
colegios donde los profesores no son felices, es prácticamente
imposible que puedan impartir sus clases de manera correcta, ya que
les faltaría motivación para poder darlas. Esto mismo pasa en los
alumnos, que si ven que las clases que les da el profesor son
monótonas, donde no se promueve la participación, ni se innova, es
muy probable que los niños pierdan interés y lleguen
desmotivados a clase. Por eso hay que evitar que los niños vayan
tristes a la escuela, hay que intentar que no vaya por obligación y
que vayan con ganas de aprender. Por eso es muy importante que los
profesores hagan todo lo que esté en sus manos para que sus alumnos
sean felices y aprendan más. Si los profesores son capaces que los
alumnos sean felices y ellos mismos también lo son, serán capaces
juntos de conseguir todos los objetivos que se propongan.
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